La etiolación en suculentas es uno de los principales problemas que afectan a esta familia de plantas, causando que crezca su tallo más de lo esperado y un crecimiento forma anómala.
A continuación, entenderás ¿qué es la etiolación en las suculentas?, ¿cuáles son las principales señales de la etiolación? Y ¿cómo tratarlo?
Tabla de Contenido
¿Qué es la etiolación en suculentas?
Se puede decir que es el crecimiento exacerbado del tallo de la planta en búsqueda de iluminación. En el caso de la suculenta, como la garrita de oso y el sedum, su tallo se desarrolla exageradamente en búsqueda de luz.
Como resultado, la planta tiene tallos alargados y hojas enanas. Curiosamente, la etiolación es un medio que utiliza la planta para adaptarse, buscando la manera de obtener la luz necesaria para que pueda desarrollarse.
Suele ocurrir cuando nuestra suculenta se almacena en lugares muy oscuros. Sin embargo, también es resultado de una semilla que está muy enterrada. Esto produce que la planta se alargue más en dirección a la superficie en búsqueda de luminosidad.
Además, la etiolación puede suceder debido al uso excesivo de nitrógeno en la tierra. Por lo tanto, es clave conocer cómo fertilizar la planta, ayudándonos a evitar la etiolación de planta por una intoxicación nitrogenada.
Vale la pena distinguir que la suculenta es una planta que no suele exigir fertilización. No obstante, se pueden proveer nutrientes al suelo, dando predilección a aquellos abonos orgánicos o abonos equilibrados, que cuenten con nitrógeno, fósforo y potasio en cantidades iguales.
¿Cuáles son las señales de etiolación en suculentas?
Cuando la planta está etiolada, muestra algunas señales típicas de este problema. A continuación, listaremos los problemas más comunes para identificar en su jardín de suculentas:
- Elongación y crecimiento anómalo del tallo de la suculenta, volviéndose más extenso y delgado de lo normal;
- Suculenta con hojas muy pequeñas, arrugadas y espaciadas una de otra. En gran medida, es frecuente que se caigan con facilidad;
- La base tiene síntomas de descomposición (cerca al sustrato);
- Variación en el color de la suculenta, volviéndose pálida o amarillenta;
- Debilitamiento de la planta, convirtiendo en una planta irreconocible, sin vitalidad y lejana a su forma original.
¿Cómo combatir la etiolación en suculentas?
¡Puedes combatir la etiolación de suculentas de una manera fácil! Para hacer esto, basta con identificar la raíz de este problema, tomando aquellas medidas que te permitan corregir el problema.
Mueve la suculenta
El primer paso es mover la planta, ya que puede ser que la luz del lugar no sea conveniente para la suculenta. Basta con llevar a la planta a un lugar donde pueda recibir la luz solar por al menos tres horas al día.
Si no encuentras un sitio como este, lo ideal es mover a la suculenta a una zona donde pueda recibir luz indirecta durante gran parte del día. Procura que la planta deje de desarrollarse sin forma con el paso de los días.
Podar las suculentas
En general, las suculentas no precisan de la poda. Sin embargo, este procedimiento puede ser útil para combatir la etiolación de forma sencilla y rápida.
Para llevar a cabo la poda, lo ideal es emplear unas tijeras especiales para este fin. Se aconseja dejar dos dedos de tallo en la planta y las ramas con hojas.
Pasado unos días, la parte restante empezará a mostrar raíces y brotes, desarrollándose nuevamente. Suministre a la planta de un lugar luminoso para evitar una mayor etiolación.
Replantar las partes de las suculentas podadas
Las partes que separaste en la poda se pueden replantar, produciendo nuevas suculentas. Para hacer esto, espere a que se sanen en el transcurso de dos días. Posteriormente a este período, puede replantarlos.
La curación y el secado de la parte cortada es un proceso importante, ya que previenen hongos y la podredumbre de las plantas. De esta manera, acrecientas las posibilidades de que la suculenta crezca.
Al plantar, deje aproximadamente un centímetro de la planta bajo la tierra. Esto permitirá que la planta forme raíces adecuadamente. Si lo desea, puede utilizar alguna solución de enraizamiento para permitir que el tallo se adherirá al suelo.
Evitar el exceso de nutrientes y fertilizantes
Otra forma de luchar contra la etiolación es mediante el uso adecuado de fertilizantes. Si lo utilizas en dosis mayores, lo ideal es eliminar el exceso de nutrientes, principalmente de nitrógeno. Esto se realizará mediante el riego.
Aumente la frecuencia de riego, regando la planta una vez por semana. Puedes usar un poco más de agua, siempre y cuando te asegures de que el exceso se drene por los agujeros del macetero.
Y así tus plantas suculentas estarán muy saludables.