¿Sabías que cultivar clorofito no solo puede agregar encanto a tu hogar, sino también atraer la buena suerte y purificar el aire?
Conocido también como “cinta”, “Malahierba” o “planta araña”, el clorofito es una opción ideal para aquellos que deseen un ambiente interior más agradable y lleno de energía.
A continuación, te presentamos los consejos y trucos necesarios para cultivar el clorofito de manera saludable y asegurar su prosperidad en tu hogar.
Tabla de Contenido
Características del clorofito:
El clorofito (Chlorophytum comosum) es una planta ornamental notable, muy popular en entornos domésticos, al igual que la costilla de adán y la diefembaquia, debido a su facilidad de cuidado y adaptabilidad a diversas condiciones de cultivo. Sus hojas son largas y estrechas, de color verde brillante, con rayas blancas o amarillas en el centro, dependiendo de la variedad. La planta tiene un crecimiento moderado y tiende a extenderse en macetas o en el suelo, produciendo nuevas plántulas con el tiempo.
Iluminación adecuada para el clorofito:
El clorofito prefiere la luz indirecta y brillante, pero también puede adaptarse a ambientes con menor iluminación. Es importante evitar la exposición directa al sol, ya que podría dañar sus delicadas hojas.
Cuidado del riego:
El clorofito aprecia la humedad, pero no tolera el suelo empapado. Debes permitir que el suelo se seque entre riegos, aunque evitando que se seque por completo. Durante los meses más cálidos, el riego debe ser más frecuente. Es esencial evitar el estancamiento de agua en el plato debajo del jarrón, ya que esto podría provocar la pudrición de las raíces.
Suelo recomendado:
El suelo adecuado para el clorofito debe ser liviano y bien drenado. Una mezcla de tierra común, perlita y turba es una buena opción. Un suelo con mal drenaje puede causar encharcamientos y dañar la salud de la planta.
Poda del clorofito:
La poda de esta planta se realiza para eliminar hojas muertas o dañadas, lo que ayuda a mantener la planta saludable y estéticamente agradable.
Temperatura óptima:
El clorofito es una planta tropical y prefiere temperaturas entre 18°C y 32°C. Es sensible a temperaturas muy bajas, así que se debe evitar exponerlo a corrientes de aire frío.
Fertilización:
La planta de la cinta no es exigente con los fertilizantes, por lo que la fertilización puede ser ocasional. Se puede aplicar un fertilizante líquido balanceado diluido cada 2 a 4 semanas durante la temporada de crecimiento (primavera y verano), pero es importante no sobrealimentar la planta.
Clorofito y Feng Shui:
Según el Feng Shui, el clorofito es considerado una planta próspera que atrae la suerte y la fortuna al entorno en el que se encuentra. Algunas razones para ello son:
Purificación del aire:
El clorofito tiene la capacidad de purificar el aire, al igual que el Filodendro de hoja de corazón, eliminando toxinas y contaminantes como el formaldehído y el benceno, lo que contribuye a mejorar la calidad de vida y atraer energía positiva.
Elemento de madera:
En el Feng Shui, el clorofito representa el elemento de madera, relacionado con el crecimiento, la vitalidad y la salud. Tener esta planta en el hogar o en el lugar de trabajo puede fortalecer la energía del área donde se encuentra.
Forma y color de las hojas:
La forma de las hojas en forma de abanico y arqueadas del clorofito simboliza el flujo y el movimiento armonioso de la energía. Además, las rayas blancas o amarillas en las hojas representan el equilibrio entre las polaridades yin y yang.
Para obtener mejores resultados, coloca la planta de la cinta en las áreas donde pases más tiempo o en ambientes que necesiten mayor equilibrio y vitalidad.