La suculenta diamante es la planta perfecta para tener en casa, especialmente si quieres disfrutar de algo diferente y único en tu jardín. Es originaria de México y saltó a la fama por el formato multifacético de sus hojas, semejantes a diamantes.
Las conocidas científicamente como Pachyphytum Compactum tiene hojas que forman una hermosa roseta. ¿Quieres tener esta planta en casa? Entonces, mira aquí cómo plantar una suculenta diamante y cómo cuidarla, asegurándote de que crezca sana y siempre se mantenga en buenas condiciones.
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Características principales de la suculenta diamante
Este es un tipo de suculenta, al igual que los lithops y orejas de conejo, pero que se caracteriza por el aspecto especial de sus hojas, mismas que parecen haber sido pulidas, asemejándose a un diamante.
Es posible encontrarla en florerías de tamaños pequeños, normalmente de cinco centímetros, pero la planta puede alcanzar hasta los 40 centímetros, dependiendo del lugar donde crezca.
Se ramifica dando lugar a pequeñas plántulas laterales. La planta tiene hojas con bordes grisáceos o rojizos, tonos que se hacen aún más evidentes cuando la planta se expone al sol.
Si se le da el cuidado necesario, la suculenta diamante puede florecer, dando pequeñas flores con efecto colgante. Por lo tanto, es una excelente alternativa para usar en repisas, alféizares y jardines colgantes.
Ubicación perfecta para cultivar suculenta diamante
Puedes plantarla directamente en la tierra de tu jardín o en macetas. De hecho, esta última opción es la más habitual. El lugar para plantar suculentas diamantes debe recibir pleno sol durante el día, para que la planta pueda desarrollarse bien.
Si lo cultivas en una maceta en el interior de tu hogar, mantén el macetero en un lugar que reciba pleno sol durante todo el día, como lo puede ser cerca de una ventana o puerta. Para que la planta florezca, lo ideal es que reciba al menos seis horas de sol al día.
Sustrato ideal para plantar suculenta diamante
El suelo ideal es ligero y aireado, sin compactarse. Para asegurar este tipo, es ideal mezclar tierra común de jardín con arena de construcción lavada o perlita. La relación es 1:1.
Si se planta en maceta, se recomienda utilizar piedras en el fondo del recipiente, así como arena para asegurar un buen drenaje del agua. De esa manera, tendrás el ambiente perfecto para plantar.
Cómo plantar suculenta diamante
Plantar la suculenta diamante es fácil y las posibilidades de éxito son altas, especialmente si llevas a cabo el proceso correctamente. Aquí hay una guía paso a paso para ayudarte a plantar:
- Elige el sitio de plantación, ya sea en tierra o en maceta, y prepara el terreno. Si está en el suelo, mezcle tierra y arena en partes iguales. Si es en un florero, coloque piedritas en el fondo del recipiente, luego agregue arena y termina agregando tierra;
- Haz pequeños agujeros en la tierra y coloca las plántulas de la planta;
- Presione la tierra alrededor de la plántula, para garantizarle soporte y firmeza, pero con cuidado de no amasarla;
- Termine el procedimiento haciendo un primer riego, solo para que la tierra esté húmeda y no empapada de agua.
¿Debo fertilizar la planta?
Es interesante que abones una vez al año para asegurarte de que la planta tiene suficientes nutrientes para crecer y desarrollarse. Lo ideal es utilizar un fertilizante NPK líquido 10-10-10.
Si lo prefiere, puede utilizar una alternativa orgánica, como café molido colado, cáscaras de plátano o cáscaras de huevo. Lo ideal es que sean ricas en nitrógeno, fósforo y potasio.
¿Cómo se debe regar la planta?
La suculenta es una especie de planta que tiene una mayor capacidad de retener agua en sus tejidos. Por lo tanto, logra sobrevivir a los períodos de sequía. Pero eso no significa que no necesite riego. Dependiendo de la temporada, puede que debas regar una o dos veces a la semana.
El riego se realiza directamente en la tierra, poniendo poca agua, evitando encharcamientos. Recuerda que en el caso de las suculentas se debe evitar el exceso de agua, ya que es más propensa a que las raíces de la planta se pudran.
En períodos más cálidos, como el verano, es posible que deba regar la planta con más frecuencia. La razón de esto es simple: en esta temporada, el agua se evapora fácilmente y necesita reponerse.
En periodos de inactividad (invierno), este riego se reduce al mínimo,