Cómo cultivar tomates orgánicos en casa – Sencillo paso a paso

Si deseas cultivar tomates orgánicos en casa, entonces esta guía será una solución para poder tener un alimento saludable y seguro. ¿Lo mejor? ¡Un precio más asequible a comparación con el del supermercado! Pero, ¿cómo plantar tomates orgánicos en casa? A continuación, te presentamos una guía paso a paso para ayudarte con esta tarea:

Paso a paso para cultivar tomates orgánicos en casa

Elige el lugar perfecto para cultivar tomates orgánicos en casa

Uno de los secretos para tener un cultivo exitoso es elegir un lugar donde puede crecer los tomates orgánicos. Esta debe ser capaz de dar buena luz solar, preferiblemente que sea en la mañana, cuando la temperatura es más suave.

El clima perfecto para el cultivo del tomate es aquel templado o caluroso, cuyas temperaturas oscilen entre los 20 °C y los 26 °C. Sin embargo, también puedes obtener una buena cosecha a partir de temperaturas que oscilen los 15 °C, siempre cuidando que la temperatura máxima no supere los 35 °C.

Puedes plantar tomates directamente en la tierra de tu jardín o como un árbol frutal para macetas. En el caso de esta última alternativa, debes vigilar que el recipiente tenga agujeros en la parte inferior para drenar el exceso de agua de riego.

Si la región donde vives no presenta las condiciones ambientales ideales, puedes cultivar los tomates orgánicos en un pequeño invernadero.

¿Siembra por plántulas o semillas?

Se puede cultivar tomates orgánicos en casa usando plántulas o semillas. En el caso de las plántulas es posible acelerar el proceso, debido a que no es necesario germinar las semillas.

En caso de emplear semillas, después del proceso de germinación, la plántula debe ser trasplantada al lugar de cultivo definitivo. Si no desea realizar este paso adicional, realice el proceso de germinación en el mismo lugar donde se plantará el tomate.

Otro punto a tener en cuenta es que si optas por semillas, es muy importante elegir alternativas de calidad, ya que son más resistentes a enfermedades y plagas, produciendo frutos hermosos y sabrosos.

Prepara la tierra para cultivar tomates orgánicos en casa

Se debe prestar especial atención para que el suelo pueda proporcionar los nutrientes que necesita la planta para producir frutos. El pH debe ser entre 5,5 y 7, así como también debe ser capaz de drenar cualquier exceso de agua. Al ser una cultivo que se utilizará para producir fruto, el suelo debe ser fértil.

Para preparar la tierra, use una pala o rastrillo para ablandar el suelo. Con esto, la planta podrá echar raíces con facilidad. En caso de que la tierra no sea fértil, puedes incorporar abono orgánico.

Plantar la plántula o semilla de tomate

Después de preparar el terreno, llega el momento de plantar la plántula o semilla de tomate en un hueco que harás en el suelo. Si elige semillas, ten cuidados que no estén demasiado juntas.

Luego, cubre el lugar con un poco de tierra. Si aún no ha agregado fertilizante orgánico, este es un buen momento para emplearlo. El estiércol bien seco puede ser empleado para revestir el espacio de cultivo, cubriendo la tierra con una fina capa de fertilizante.

Otra opción es el uso de cáscaras de huevo como abono, basta con triturarlas hasta que sean harina, luego coloca este polvo sobre la superficie de cultivo. Muchos tipos de abono pueden proporcionar los nutrientes necesarios.

Riego regular

El riego es importante al cultivar tomates orgánicos en casa, ayudándola a crecer saludablemente. En la primera semana de cultivo, el riego debe ser diario por la mañana, buscando mantener la tierra húmeda.

Después de la primera semana, puedes espaciar un poco más el riego, haciéndolo únicamente cuando la tierra se está secando. Es fundamental regar la planta correctamente para evitar un mal desarrollo de la planta.

Esto se puede realizar agregando la suficiente agua para que el suelo esté húmedo y no empapado. El exceso de agua provoca la pudrición de las raíces del tomate, plagas y enfermedades. Además, es relevante evitar mojar las hojas de la planta, para evitar la proliferación de hongos. 

Espera el momento adecuado para la cosecha

El momento adecuado para la cosecha varía según el tipo de tomate. Los tomates que tienen un crecimiento regular se pueden cosechar entre 7 y 8 semanas después de la fecha de crecimiento. Los tomates grandes se deben cosechar entre las 10 y las 16 semanas.

Para comprobar si ya están buenos, comprobar con la mano si están maduros.