Sésamo – Guía para cultivar y cuidar esta planta partir de sus semillas

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Las semillas de sésamo llegan a ser un elemento básico de la cocina, especialmente si se cultiva en su propio huerto, considerando que es un desafío gratificante. Estas semillas se utilizan comercialmente en la producción de aceite, producto utilizado en una gran variedad de productos como los jabones y otros productos farmacéuticos. Aprende más sobre cómo cultivar sésamo y sus cuidados.  

Guía para cultivar y cuidar la planta de sésamo

Si eres un jardinero novato, la propagación de semillas de sésamo puede ser sumamente fácil de realizar, siempre y cuando se mantenga un clima adecuado.

Factores a tener en cuenta al cultivar sésamo

Clima

El sésamo es una planta que prospera en climas cálidos y secos. En temperaturas entre los 20 a 10ºC se puede ralentizar o incluso impedir su crecimiento. Si bien la planta llega a ser tolerante a la sequía hasta cierto punto, llega a ser necesario el agua para producir más semillas.

Iluminación

La planta prefiere crecer a pleno Sol

Suelo

El sustrato a utilizar debe ser ligero y tener buen drenaje. El suelo debe mantenerse a una temperatura de 21ºC para tener un crecimiento óptimo. El uso de camas elevadas puede ayudar a mejorar el drenaje y calor, factores importantes ya que a estas plantas les encanta mantenerse cálidas y secas.

¿Cómo sembrar sésamo?

Es importante sembrar las semillas de sésamo en interiores, cubriéndolas levemente. Un buen tiempo para iniciar la siembra en interiores es de cuatro a seis semanas antes de la última helada.  El riego se debe realizar con el fin de mantener un suelo húmedo, no encharcado, hasta que se produzca la germinación; posteriormente, se debe realizar un riego semanal.

El trasplante de las plántulas al lugar definitivo se realiza cuando el riesgo de heladas haya desaparecido. Se puede mantener las semillas cubiertas con mantillo hasta que las temperaturas sean más cálidas. El lugar donde las plantas de sésamo crezcan deben ubicarse a pleno sol.

El florecimiento generalmente se inicia a mediados del verano, produciendo unas flores tubulares que son la atracción de abejas y colibríes. Al finalizar el verano o a inicios del otoño, las plantas desarrollaran vainas con semillas que maduran y se dividen al final de la floración.

Siembra en contenedores

El sésamo se puede cultivar en recipientes o macetas, sin embargo, únicamente se realiza con el fin de obtener una cosecha a pequeña escala. Los contenedores deben mantenerse en interiores hasta que se mantenga una temperatura de 21 º Celsius. Las semillas deben sembrarse en un suelo cálido y húmedo. En caso de no germinar, el suelo puede ser demasiado frío.

Cuando las semillas hayan germinado debe eliminar aquellas plántulas más débiles, manteniendo una separación de 15 cm de distancia. El recipiente debe colocarse en una ventana a plena luz solar. No llega a ser necesario el uso de fertilizantes si se ha utilizado un sustrato para macetas fértil.

El riego se debe realizar cuando el suelo haya secado, aproximadamente una vez por semana. El sésamo es tolerante a la sequía, pero debes tener en cuenta que el sustrato se secará más rápidamente en un recipiente a comparación con el suelo.

Al pasar un mes, debes observar unas plantas de hermosa floración en forma de campana. La planta del sésamo puede llegar a crecer hasta 2 metros de altura. Los tallos llegan a ser sumamente resistentes, por lo que no llega a ser necesario el uso de tutorado. 

Plagas

Si bien las plantas de sésamo no llegan a padecer de muchos problemas, puede ser afectado por algunos hongos y enfermedades. Algunas enfermedades graves comunes se pueden evitar utilizando variedades resistentes. Si bien aún existen enfermedades que siguen siendo un problema, pueden ser manejadas.

Las enfermedades en el sésamo pueden ser resultado de problemas culturales, plagas o enfermedades. Si has cumplido con sus necesidades y mantienes un adecuado manejo de las plagas, puedes considerar la aparición de enfermedades comunes.

El suelo pantanoso, un exceso de lluvia, las temperaturas frías y la alta humedad fomentan la formación de hongos y su diseminación. Las plántulas son especialmente presa de enfermedades fúngicas.

La pudrición de la raíz también es un problema potencial, aunque la mayoría de las variedades de sésamo son resistentes. Una rotación de cultivos también es una estrategia de gestión de enfermedades importantes.

Enfermedad bacteriana del sésamo

Una enfermedad que puede afectar a la planta de sésamo es la mancha bacteriana de la hoja. Sus síntomas incluyen la aparición de pequeñas lesiones marrones con unos bordes amarillentos o manchas irregulares de una coloración marrón rojiza, dependiendo de la bacteria. Las bacterias pueden trasmitirse a través del viento y la lluvia.

Se puede minimizar el riego de trasmisión de bacterias manteniendo un espaciado adecuado y mejorando el drenaje. También es importante limpiar el campo de antiguos materiales vegetales y rotar el cultivo cada 3 años.

Otros problemas con sésamo

Las plantas de sésamo pueden tener otros problemas además de la enfermedad, como las malezas, el suelo mal preparado, el hacinamiento, el exceso de humedad y muchos otros elementos.

Las plantas de sésamo llegan a ser sensibles a herbicidas comunes y pueden tener efectos nocivos por el uso de preparaciones químicas. Sigue las instrucciones dadas al momento de utilizar cualquier químico y úselo durante días sin viento, muy temprano por la mañana y antes de la aparición del sol brillante.

¿Cómo cosechar semillas de sésamo?

La cosecha de manera comercial llega a ser complicada, sin embargo, en un huerto familiar se pueden recolectar las semillas cuando las vainas se hayan vuelto verdes. Posteriormente, se colocan en una bolsa de papel marrón hasta que las vainas estén completamente secas, luego se rompen las vainas y se recolectan aquellas semillas que no hayan caído.

Las semillas son pequeñas, por lo que puedes vaciar la bolsa en un colador con un tazón debajo para atrapar las semillas mientras quitas las vainas sobrantes. Luego, separa las semillas de la paja y almacénalas en un ambiente fresco y oscuro, dentro de un recipiente hermético, hasta que estén listas para ser usadas.


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