El agua es parte esencial de la vida, constituye el principal constituyente del cuerpo humano. Por eso, siempre, y mucho más durante el verano, hay que prestar especial interés en el estado de hidratación de los más pequeños. Es por esta razón que en este articulo hablaremos de los beneficios y la importancia del agua para los niños.
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Importancia del agua para los niños
En el recién nacido y lactante, el agua constituye un 75% de su peso corporal (prácticamente están constituidos por agua), lo que implica que pequeñas pérdidas pueden favorecer la deshidratación en mayor medida que en niños más mayores cuya proporción es de 60% del peso corporal o ya en adultos que constituye un 55%. Es fundamental mantener un buen equilibrio entre el agua que perdemos y el agua que ingerimos.
Cada día, nuestro cuerpo pierde una cantidad muy considerable de agua a través de la orina, heces, de la piel (mediante el sudor), aquí radica la importancia del agua para los niños ya que se tiene que compensar ingiriendo la cantidad de líquido suficiente. En el momento en que estas pérdidas de alcanzan un cierto nivel, aparece la sensación de sed que está destinada a suscitar una ingesta de bebida que aporte al organismo el suplemento de agua que precisa.
Como hidratar a un niño
Pero el problema es que los más pequeños no siempre saben cómo pedirla y por eso debemos adelantarnos a ellos y ofrecerla entre las tomas o las comidas para así asegurar un buen nivel de hidratación.
En los más pequeños que tomen leche de fórmula podemos favorecer este aporte extra añadiendo un poco más de agua en cada biberón. Entre tomas no estarán muy receptivos a beber agua mineral, ya que es un líquido insípido que nada tiene que ver con el sabor dulce de la leche, sin embargo, en situaciones de calor si está fresquita les puede resultar agradable y así iremos por delante de las pérdidas favoreciendo un buen estado de hidratación.
Las soluciones de rehidratación oral pediátricas están preparadas para aportar los minerales necesarios sin sobrecargar al organismo y resultan muy útiles en ambientes especialmente calurosos en los que, además de líquidos, podemos perder cierta cantidad de solutos mediante el sudor o mediante orinas más concentradas. No son recomendables otras bebidas de uso común (bebidas isotónicas, refrescos) con un mejor sabor pero que no reúnen en su composición las condiciones adecuadas. Debemos evitarla en los más pequeños.
Situaciones donde al hidratacion es necesaria
Existen dos situaciones en las que la importancia del agua para niños aumenta consderablemente:
– Ejercicio físico: cuanta más energía, mayor cantidad de agua precisará el organismo. Por eso, los niños que bajan al parque y juegan bajo temperaturas elevadas, en la temporada de verano necesitarán un aporte extra durante estos días. Asimismo, los niños más mayores que realicen algún deporte o actividad física requieren un aporte extra de agua que debe preceder al esfuerzo, y proseguirse durante y después del mismo.
– Gastroenteritis: situación en la que las pérdidas están muy aumentadas mediante los vómitos o las deposiciones más líquidas y la reposición de agua y electrolitos es fundamental.
Los signos que debemos vigilar para que nuestro niño no se deshidrate son la sequedad de la mucosa oral, los labios agrietados o cuarteados, la lengua pastosa, disminución de la frecuencia de la orina u orina más oscura de lo habitual y que cuando llore lo haga sin lágrimas, los ojos hundidos, la piel grisácea y la fontanela hundida en la cabeza del bebé.