En los últimos años ha nacido una nueva revolución dentro de los restaurantes fast-food (comida rápida) y es que, con el surgimiento del movimiento verde, la comida en envases ecológicos no podían hacerse esperar.
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Envases Ecológicos de Comida Rápida ¿Saludable o Peligroso?
En Estados Unidos y el mundo entero se esta realizando un gran trabajo por el cuidado ambiental mediante la reducción del uso de materiales no biodegradables. Incluso podemos encontrar lugares donde se ha prohibido totalmente el uso de pajillas y bolsas de plástico en restaurantes y Supermercados.
Por otro lado, algunas grandes cadenas de comida están lanzado al mercado líneas de comida en envases llamados “ecológicos” o “amigables”, siempre buscando adaptarse a estos nuevos estándares, aunque no siempre correctamente.
Si bien algunas empresas han decidido reducir la cantidad de plástico no biodegradable que se entrega al cliente, algunas cadenas han optado por opciones no tan saludables.
Algunas cadenas de comida han lanzado envases polémicos debido a que, según estos restaurantes, se pueden desechar en el contenedor de compost en lugar del reciclaje. Sin embargo, un informe reciente ha sugerido que estos llegan a tener un químico sumamente nocivo para la tierra y las personas.
Una sala de prensa sin fines de lucro ha mencionado que se ha hallado en los recipientes de algunas cadenas de comida compuestos fluorados, especialmente sustancias perfluoroalquiladas o PFAS. La New Food Economy informó que los cuencos de fibra de muchos restaurantes de comida rápida en Nueva York mostraron altos niveles de flúor (1). Llegando a afirmarse que los compuestos PFAS representaron hasta un 0.2 por ciento del total de su composición.
¿Que son las PFAS?
Este material sintetizado a principios del siglo XX, probó ser muy versátil dentro de la comida rápida, debido a su resistencia y poca absorción de grasas. Pero se ha demostrado su rápida degradación en metabolitos cancerígenos, los cuales se pueden adherir a los alimentos tras un tiempo.
Por todo esto, las agencias reguladoras de todo el mundo han trabajado en nuevas leyes que permitan el control de este material. Así es como organismos como la FDA ha reconocido ciertas verdades incomodas para estas cadenas de comidas, tal como publica en su sitio web “Las PFAS pueden entrar en contacto con los alimentos como resultados de su uso…”(2).
Estos usos a los que refiere la FDA son bastantes amplios, debido a que, al ser un material que nunca se degrada, rápidamente puede contaminar afluentes de agua y terminar contaminando los cultivos, no solo contaminando las comidas.
Todo esto vuelve a ser expuesto por la Dra. Samantha Radford, destacada científica de la Universidad St. Francis ubicada en Pensilvania (EE.UU), al portal HealthLine “Esta sustancia puede filtrarse en los alimentos. Esto puede descomponerse en compuestos peligrosos…” (3). Aunque también admite que este material puede ser muy útil dentro de la industria.
¿Qué causan los PFAS?
Hasta hace muy poco este tipo de materiales y sus implicaciones sanitarias eran poco estudiadas, por ello, solo nos encontramos con investigaciones bastante nuevas sobre ESTE tema.
Un estudio auspiciado por la gigante química 3M en colaboración con las Cruz Roja Internacional es una de las investigaciones mas destacadas. En dicho estudio, se analizaron muestras de sangre de más de 600 personas en un periodo de 15 años. Al finalizar se encontró a los PFAS como el principal contaminante sanguíneo (4, 5).
Aunque los investigadores también demostraron una disminución generalizada de este químico en la población de los Estados Unidos, también explican la faltan estudios sobre las implicaciones que está teniendo este material en todas sus formas de contacto con el ambiente.
Por último, nombrar todos los posibles daños orgánicos que pueden generar exposiciones a este agente puede ser una tarea dura, ya que abarcan problemas tan distantes como el cáncer, la preclamsia, el asma y muchos otros.
La Dra. Radford señala que puede afectar especialmente a niños, por lo que recomendable disminuir el contacto de nuestros alimentos con los PFAS. También es importante preguntar a las agencias sanitarias locales cuales son las medidas de control frente a este material (6).