El pH del suelo – Importancia para un cultivo exitoso

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Al iniciar con cualquier cultivo, es común escuchar sobre la importancia de hacer los trabajos de medición y corrección del pH del suelo. Proceso que se realiza para conocer los grados de acidez o alcalinidad. Cualquier suelo tiene desequilibrios químicos, y la determinación del nivel de pH es necesario para entender cuáles son las modificaciones a realizar en nuestro terreno o que cultivo podemos sembrar.

Importancia del pH del suelo para una cosecha exitosa

Conoce la escala del pH del suelo, antes de medirlo

En una escala del 0 al 14, debes saber que de 0 a 6.5 se consideran como medidas de suelos ácidos, 7 neutro y de 7.5 a 14 son alcalinos. El rango de tolerancia de cualquier planta, va de 5 a 7, pero hay plantas que, por su naturaleza, se pueden dar el lujo de vivir en suelos muy ácidos.

El pH desde la perspectiva más científica es una escala que mide la cantidad específica de iones de hidrógeno que se liberan en diferentes zonas del suelo.

El pH es una medida que denota la influencia química; no solo de la materia orgánica viva, sino también de los componentes inorgánicos. El suelo es uno de los elementos inorgánicos en lo que se refiere a cultivos y jardinería. La ciencia de esta manera ayuda al agricultor o jardinero a sembrar en tierras que garanticen una cosecha abundante y positiva en resultados.

¿Por qué es importante manejar el pH del suelo?

Es esencial no solo contar con herramientas o procesos que puedan medir el pH del suelo, sino también entender la naturaleza de las plantas que queremos sembrar. De esta manera, se puede saber si el terreno utilizado es compatible con los niveles de tolerancia de acidez o alcalinidad de la planta a utilizar, o en caso de ser posible, realizar las correcciones en el suelo para que las plantas puedan florecer y/o dar frutos de manera satisfactoria.

La medición ayuda a hacer las correcciones en el pH del Suelo, pero estas medidas siempre deben ser realizadas por algún estudioso en la materia. De no hacerse de manera correcta, plantar un cultivo en un suelo que no tienen los niveles de pH necesario puede resultar en una nula o mínima cosecha, y una producción pobre en calidad y condiciones nutritivas.

Nutrientes que se pueden reconocer gracias a esta medida

No debes olvidar que, en función del pH en el suelo, los nutrientes de la tierra se absorben con más o menos eficiencia. Entre todos los rasgos que hacen relevante al pH, este puede ser de primerísima consideración. Elegir el terreno correcto basándonos en la acidez o alcalinidad para tu planta es garantizar una nutrición completa.  Por ejemplo, se sabe que un terreno calcáreo o de alta alcalinidad puede significar una menor absorción de hierro para la planta.

El nitrógeno es más abundante en terrenos que van de 6 a 8 en la escala del pH, mientras que el fósforo es más exigente, cerrando el espectro a un pH entre 6.5 y 7.5, o bien un terreno muy alcalino, de 9 a 10.

Elementos como el potasio y el azufre, tienen en común aceptar un rango muy amplio dentro de la escala, pudiendo conseguirse en abundancia dentro de márgenes que van desde el 6 al 10, en la escala de pH del suelo.

El calcio es el elemento que acostumbra a tener menos presencia en la tierra, a pesar de su rango de mejor nutrición para las plantas, que va de 6 a 9.

Entre 6.5 y 8.5, el magnesio suele se una medida ideal, pero si dotamos de una mayor precisión al análisis del nutriente, un pH 8 es de gran abundancia en magnesio.

El hierro, como ya se mencionó, escasea en terrenos muy alcalinos, y, por el contrario, es de gran presencia en suelos muy ácidos, esos que van entre 4 y 5 específicamente.

El manganeso, después del calcio, es de los nutrientes de menor cantidad, pero tiene un protagonismo nutricional cuando está en la escala de pH de 5.5 a 7.

El boro tiene un alto grado nutricional en terrenos muy alcalinos o calcáreos, y comparte además lugar en su valor nutritivo con el zinc y el cobre, dentro del rango medio de 5 a 7.5.

Finalmente, cierra el molibdeno como el más raro, teniendo presencia exclusiva en suelos con pH altamente alcalino, de grado 8 en adelante.

¿Cómo puedo medir el pH del suelo?

Lo primero a hacer es tomar una muestra del terreno que quieres utilizar, y dejarla calentar durante varias horas, a 40 grados centígrados. Luego tamiza la muestra con la ayuda de un tamiz de 2 mm. Toma 20 gramos exactos de la muestra de tierra.

Añade esta tierra a un vaso de precipitados de 50 ml con agua destilada, y agita durante dos minutos. Deja reposar por durante 15 minutos y mide con una banda de pH el líquido mezclado con la tierra. Esto te permitirá conocer el pH del suelo, y las condiciones para sembrar tus cultivos.


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