Gardenia – Aprende a cuidar y propagar esta bella planta aromática

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La gardenia es una planta para interiores muy popular por su increíble belleza. Ideal para disfrutar de una increíble floración en tu terraza y ambientes interiores de tu hogar. Asimismo, disfrutarás de un peculiar y exquisito aroma a jazmín, llegando a afirmarse que es la planta más aromática del mundo. Sigue leyendo para conocer los cuidados y el cultivo de la gardenia.

Guía de cuidados de la Gardenia

A pesar de que se puede encontrar en diversas partes del mundo, la gardenia proviene de Asia Oriental y África Tropical y Subtropical, contando con más de 250 diferentes especies, llegando a ser la más cultivada la variedad Gardenia jasminoides, proveniente del territorio chino.

Es una planta que crece en forma de arbusto, cultivado principalmente en maceta, al igual que el jazmín y el tulipán. Se caracteriza por tener hojas muy brillantes de color verde intenso. Cuando florece, produce unas flores de color blanco. El tamaño que pueden alcanzar al aire libre es de hasta 2 metros de altura. Sin embargo, en interiores su desarrollo es menor, nunca llegando a crecer más de un metro.

Cuidados de la Gardenia

Si deseas mantener las gardenias en buen estado debes aplicar ciertos cuidados especiales:

Ubicación, Iluminación y Temperatura ideal

Mantener la temperatura correcta será crucial para que mantener tus gardenias sanas y fuertes. Por lo tanto, la temperatura ambiental no puede pasar los 30 °C. Asimismo, la temporada fría no debe estar por debajo de los 8 °C.

Estas son plantas ideales para tener en interiores, pero se recomienda ubicarlas en un lugar muy iluminado, pero nunca de manera directa a la luz solar o se agotará hasta morir. En exteriores también debe estar ubicada alejada de la luz solar directa.

Adentrado el invierno, la planta debe protegerse de las bajas temperaturas o de las ventiscas. No es una planta que tolere el frío extremo.

Sustrato

Las Gardenias prefieren un sustrato ácido, manteniendo un pH de entre 5,5 a 5, mismo que debe permitir que el agua fluya constantemente. Este debe ser capaz de retener la humedad, pero no debe encharcarse, de lo contrario desarrollará hongos que serán muy difíciles de eliminar. Un sustrato que puede cumplir estos requerimientos se obtiene de la mezcla de 50% de tierra fértil, 50% de turba y cantidades pequeñas de arena y pedacitos de carbón de madera. No realices aportes de cal al sustrato, ya que dificulta la absorción de hierro, mineral importante para su desarrollo.

Abono y Hierro

El abonado se realiza cada 15 días en primavera y verano, mediante el uso de un fertilizante líquido que se haya disuelto en el agua de riego. De preferencia, debe ser un fertilizante preparado para plantas acidófilas, como las hortensias, azaleas, brezo, entre otras. 

Las gardenias prefieren crecer en un sustrato ácido, llegando a ser importante la aplicación de un abono rico en hierro, como el quelato de hierro, especialmente importante cuando observes que las hojas amarillean, síntoma de le falta de este nutriente.

El riego es sumamente importante para la gardenia

El compost debe mantenerse siempre húmedo, regando con agua blanda, evitando a toda costa las aguas duras y con un alto contenido en cal.

En caso de vivir en una zona con aguas de estas características, debes utilizar agua de lluvia o mineral. También puedes intentar rebajar la dureza o la cal dejando el agua de grifo reposar en un recipiente durante la noche.  Sin embargo, en la medida de lo posible, evita utilizar el agua de grifo, porque solo provocará que las Gardenias pierdan su color.

Una opción es adquirir agua de botellón y acidificarla mediante el uso de una copa de vinagre o jugo de limón.

Cuando comiencen las estaciones más cálidas, se recomienda pulverizar frecuentemente las hojas para que se mantengan hidratadas. Luego de esto, en primavera y en verano, nos regalará unas flores hermosas.

Aproximadamente, el riego debe ser cada tres días en verano, y cada diez días en invierno. Sin embargo, es importante introducir tu dedo en la tierra para verificar la humedad diariamente, evitando que el sustrato se seque o se encharque.

Maceta y Humedad

La gardenia necesita una humedad constante, y para cumplir este requerimiento puedes colocar un plato debajo de la maceta. En este plato debes poner unos guijarros o cualquier otro material que ayude a elevar la maceta. Llena el plato con una cantidad mínima de agua, luego coloca la maceta encima de los guijarros, evitando que entre en contacto con el agua.

Siembra y multiplicación por esquejes de Gardenia

Estos esquejes se obtienen de la planta madre, y se recomienda utilizar ramas terminales o ápices debido a que se desarrollan más rápido. Estos deben ser semileñosos, de una longitud aproximada de 10 cm y con 2 o 4 nudos.

Ayudándote de una tijera de jardinería, bien desinfectada, realiza un corte por debajo del último nudo. Retira todas las hojas que pueda tener, excepto las que se encuentran por encima del primer nudo. En caso de que las hojas del primer nudo sean muy grandes, córtalas por la mitad. Aplica un polvo enraizante en el corte del esqueje.

Posteriormente, coloca el sustrato en macetas pequeñas de 7 u 8 cm. Haz agujeros con la ayuda de un palillo e introduce el esqueje hasta que las hojas del primer nudo estén levemente por encima del sustrato. Coloca hasta 3 esquejes por maceta.  

Asegúrate de que la humedad sea ideal mediante un riego generoso. Se recomienda aplicar un fungicida para prevenir cualquier enfermedad o plaga mientras estén creciendo.

Recubre las macetas con un papel film para asegurar que las temperaturas se mantengan. También puedes crear una estructura con la ayuda de una bolsa y palos altos (evita que la bolsa entre en contacto con la planta), asegurando la bolsa en la maceta. Es importante retirar diariamente o hacer unos pequeños agujeros en el plástico para que el aire se pueda renovar. La maceta se coloca en un lugar iluminado.

La bolsa se debe retirar a los 21 – 25 días, cuando las hojas nuevas hayan crecido. Antes de pasar las gardenias a sus macetas individuales, debes esperar otros 20 días hasta que midan aproximadamente 6 centímetros.

Trasplante de la gardenia

Esta planta no requiere ser cambiada todos los años. Siendo necesario únicamente realizar el trasplante cuando la planta haya traspasado el tamaño de la maceta. Mientras no haya traspasado este tamaño solo se aporta un abono líquido bien mineral.

Floración de la gardenia

La floración se puede producir a los 2 años de plantada, generalmente, en primavera – verano. Se recomienda que una vez terminada la floración se aplique sulfato de hierro alrededor del tronco.

PODA

La poda se realiza después de que la Gardenia ha florecido, acortando las ramas, mismas que puedes utilizar como esquejes. La poda se realiza para mantener un porte denso y ordenado.

Plagas y enfermedades de la Gardenia

Las plagas más comunes que se desarrollan en la Gardenia son: Las moscas blancas, las chinches, los pulgones y los nematodos de la raíz.

Entre todas las plagas, los más comunes en aparecer son los áfidos. Los cuales pueden ser tratados fácilmente con una mezcla de jabón líquido neutro y agua en partes iguales. Aplicar en la parte superior e inferior de las hojas.

En caso de que las hojas presenten ácaros de araña, puedes combatirlos aplicando aceite de neem. El cual prevendrá las diversas plagas que puede desarrollar.

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