Cochinillas o Chanchitos ¿Cómo eliminar esta plaga de tu jardín o huerto?

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Las cochinillas son insectos que nacen de la humedad, y que representan una verdadera amenaza para cualquier cultivo. Tienen la capacidad de enrollarse como mecanismo de defensa y pertenecen a la familia de los crustáceos. Se hospedan en plantas y generan infecciones que si no se tratan pueden matar a nuestras queridas plantas. Sigue leyendo para conocer que tipos de cochinillas existen y algunos tratamientos.

Tratamientos para cochinillas o chanchitos

¿Qué son las cochinillas?

Después del pulgón, la cochinilla es uno de los enemigos más comunes de nuestros jardines y plantaciones. Se les conoce en diferentes regiones con nombres como caspillas, conchuelas, chanchitos, etc. Presentan un escudo que les protege todo el cuerpo, y se les considera como parásitos de las plantas.

La cochinilla tiene un pico chupador, que puede implantar en hojas, tallo, flores, frutos, con el fin de extraer de forma eficiente la savia. Una hembra es capaz de fecundar cientos de huevos, lo que es realmente alarmante para la plantación de cualquier jardinero. Para complicarlo aún más, hablamos de una reproducción que ocurre en las noches, y que es muy complicada de interrumpir o ver en campo abierto en medio de la oscuridad.

Las cochinillas hembras tienen sacos comparables a los del canguro, donde cargan entre 5 a 80 huevos. La reproducción se puede repetir entre 2 o 3 veces al año, por lo que se puede llegar a una máxima de 240 huevos al año, y eso que solo estamos hablando de una de las muchas hembras que pueden aparearse.

Identificar las cochinillas o chanchitos

Existen diferentes formas para identificar a las cochinillas en nuestra plantación. La primera y más obvia, es observando al insecto y su colonia en alguna de tus plantas. A diferencia de los pulgones, las cochinillas son observables a simple vista. De forma menos evidente al inicio de la plaga, se puede identificar la presencia de daños en las plantas. La presencia de las cochinillas es notable en la apariencia de la planta cuando su número aumenta drásticamente, produciendo hojas amarillentas, deformadas y con pérdida significativa del color.

Otra cualidad, es la presencia de pegoste y melaza sobre las hojas, tronco o frutos, ya que las cochinillas segregan esto como residuo de la savia que comen. Esta última característica también puede ser producido por los pulgones y moscas blancas. Estás tres especies parasitarias también producen negrilla o manchas de suciedad en las hojas de la planta.

Tipos de cochinillas

Cochinilla algodonosa

La cochinilla algodonosa es la de aspecto blanco muy similar al de un algodón. Ataca a un gran número de plantas en interiores y exteriores. Presentan un cuerpo blando, pudiendo medir una máxima de 4 mm de largo, acostumbran a ubicarse en las axilas de las plantas más grandes.

Lo que mejor hace honor a su nombre es la sustancia algodonosa que expulsan, que termina siendo una especie de cobijo protector para sus huevos, de manera que pueden asegurar así su reproducción. Esta sustancia es la que ocasiona que las plantas se hagan pegajosas, ocasionando con el tiempo la aparición de hongos indeseables, lo que puede significar la muerte asegurada de la planta.

Cochinilla algodonosa de raíz

La cochinilla algodonosa de raíz es un poco diferente a la original. Esta es la que acostumbra a encontrarse en macetas, particularmente en cactus, suculentas, helechos, geranios, violetas africanas, entre otras. Son más pequeñas que las primeras, llegando a tener una medida de apenas 2 mm. Se cubren bajo el líquido sedoso de color blanco, dentro de las raíces.

Cochinilla blanda

La cochinilla blanda se caracteriza por poseer una escama plana de forma ovalada. Mide entre 3 y 4 mm, y es de color marrón amarillento. Se puede concentrar en cantidades numerosas dentro de las hojas principales, escondidas en el envés de las mismas. Los limoneros, helechos, ficus, laureles y hiedras son especies muy frecuentadas por esta plaga, aunque esto no es impedimento para que ataquen a otras plantas de interior.

Cochinillas acanaladas

Las cochinillas acanaladas son otras de las más célebres. La plaga se centra específicamente, en plantas de naturaleza ornamental. Tienen escamas durante su etapa adulta, que les otorga un caparazón de unos 4 mm. Segregan melaza, y se encuentran tanto en el envés como en el tallo de las plantas.

Cochinillas húmedas

Las cochinillas húmedas son de las más complicadas de detectar, porque buscan los sitios oscuros en el día para esconderse. Se caracterizan por tener un color grisáceo o marrón rosado. Se pueden encontrar debajo de macetas o piedras. Generan más daños a los plantines.

Cochinillas pardas

Prefieren las plantas ornamentales y frutos de bayas. Suelen crecer y hacer vida en muros y lugares resguardados del alcance humano.             

Tratamientos para eliminar cochinillas de nuestras plantas

Estos crustáceos deben ser eliminados para evitar su propagación y la aparición de posibles enfermedades. Algunas soluciones incluyen el uso de jabón potásico, aceite de neem y tierra de diatomeas. Estos métodos pueden liberarte de las cochinillas; sin embargo, de tener una plaga de cochinillas muy arraigada y difícil de erradicar debes ser agresivo mediante el uso de fórmulas químicas. Los plaguicidas químicos deben ser utilizados bajo la supervisión de un profesional.

Jabón potásico

El jabón potásico es un insecticida y acaricida capaz de combatir al pulgón, la mosca blanca, los trips, la cochinilla y la araña roja, entre otros; lo mejor es que no genera toxicidad para el ser humano y otros animales. Sin embargo, su eficacia depende mucho de la gravedad de la plaga.

El mejor momento para tratar tus plantas con cochinillas es durante la salida o la puesta del sol, cuando no hay viento y lluvia. La dosis depende mucho de la concentración del producto utilizado, por lo que es importante ver las indicaciones del envase. Su máxima efectividad suele estar entre el 1 al 2% de dilución en agua, o de 10 a 20 ml de jabón potásico por cada litro de caldo.

Se debe aplicar varios tratamientos para controlar la plaga. Generalmente se recomienda repetir de 3 a 4 veces a la semana, dejando una semana de descanso.

Aceite de neem

En caso de utilizar aceite de neem por riego, utiliza de 3 a 5 ml por litro de agua, dependiendo de lo extendido que esté la plaga.

En caso de querer pulverizar tus plantas debido a lasospecha de la existencia de algún bicho o como un tratamiento preventivo debemos emulsionarlo. Esto se realiza diluyendo el aceite en agua, para ello, de preferencia, debes utilizar un poco de jabón potásico o jabón negro, aunque también puedes utilizar un jabón casero creado con aceite y sosa. La cantidad de aceite de neem a utilizar es de 3 a 5 ml por litro de agua.

Tierra de Diatomeas

Se utiliza mezclando la tierra de diatomea con agua en un pulverizador o fumigadora. También puedes aplicar el polvo directamente en la planta sin realizar ninguna mezcla. Sin embargo, cuando se pulveriza se puede llegar a determinadas zonas de la planta difíciles de llegar.


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